viernes, 4 de septiembre de 2009

Stephen King: Misery

Idioma original: inglés
Título original: Misery
Fecha de publicación: 1987
Valoración: muy recomendable

Ya hemos discutido en este blog si los libros nos mejoran, en algún sentido. Cada vez estoy más convencido de que no es así. La lectura nos hace mejores lectores, y nada más que eso. Lectores más suspicaces, más atentos y por tanto con mayor capacidad de disfrutar otros libros. La lectura es un vicio solitario que se va perfeccionando por sí mismo, haciéndose más complejo quizá, más sutil. Aparte de eso, los vecinos no nos parecen más amables al acabar un libro, ni la vida más bella. Sobre todo, si ese libro es Misery.

Acabo de terminarlo, de hecho, y escribo esta reseña bajo su efecto inmediato, que se parece mucho al de las drogas que el protagonista no para de ingerir. Esas drogas le permiten contemplar la sórdida realidad en la que está atrapado hasta el cuello desde la relativa distancia del sopor químico. Por eso enganchan, precisamente. A mí me ha pasado algo parecido, sólo que al revés. El libro me ha enganchado desde el principio, y de manera más violenta según iba avanzando; hoy no he podido ya hacer otra cosa durante horas hasta que lo he terminado. En este caso, sin embargo, el estado de sopor que me ha inducido la lectura no ha sido nada apacible. Al revés, ahora no puedo evitar contemplar los objetos que me rodean, la más simple de mis acciones rutinarias, con sospecha paranoide.

Y es que eso es quizá lo más inquietante del libro: el olor a realidad, el nauseabundo olor a realidad. Stephen King nos asoma a las grietas más oscuras de la locura y el horror, pero no necesita elaborados trucos fantásticos ni complicadas coartadas para erizarnos la piel. El argumento, desde luego, puede considerarse inverosímil: una fanática admiradora rapta a Paul Sheldon, autor exitoso, y le obliga a escribir una novela más de su saga favorita. Pero la anécdota es irrelevante, o King consigue que lo sea. Nos lleva de la mano, con toda naturalidad, a un lugar donde todas las preguntas se responden de un modo aterradoramente simple. La exótica maquinaria del miedo funciona sólo en la mente del protagonista, que trata de abrirse paso hacia una forma que fije su constante incertidumbre. Su captora, en cambio, y esto es lo terrible, está más acá de las explicaciones: no en la lejanía de una maldad refinada, sino aquí al lado, obscenamente cercana al lector, echándole en la cara un apestoso aliento que podría ser también el suyo.

Annie no tiene el aura tranquilizadora -por falsa- de un super villano: se mancha cuando come, tiene cera en los oídos y huele mal. El lector sabe que él también puede mancharse, que también puede oler mal. La identificación se hace más estrecha cuando uno se percata de que el protagonista, después de todo, es un escritor, mientras que Annie es una lectora, más aún, la personificación misma del Lector Constante, como la llama Sheldon. Que alguien nos rapte y nos obligue a escribir un libro, no puede parecernos sino fantasioso. Pero, a medida que avanza el libro, uno empieza a preguntarse, con cierto asco, si es igual de fantasioso ese estado de crueldad despreocupada en el que vive Annie. ¿Es tan difícil caer en esa inmediatez malvada, en esa ceguera culpable a todo lo que llamamos razonable y sano?

Si se piensa dos veces, no deja de ser muy extraño que una narración pueda seducir así pese a inquietarnos profundamente. Dice mucho a su favor.

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5 comentarios:

Paula dijo...

Dios, me encantó ese libro. Y la elección de Kathy Bathes para encarnar a Annie en la adaptación cinematográfica me pareció más que acertada (ahora cuando pienso en "Misery" no puedo evitar ver su horrible cara de loca).
En resumen: un acojono de libro y no porque haya monstruitos ni fantasmas, sino porque nos muestra que la locura y la maldad están, como tú dices, "nauseabundamente" cerca.
Puf.

Paula

Jaime dijo...

Yo todavía no he visto la película, la tengo pendiente... Pero al parecer Stephen King siempre dice que, de todas las adaptaciones de sus novelas, ésta es la que más le gusta. ¡Y mira que han hecho montones!

Nio dijo...

Ví el trailer de la adaptacion al cine de esta novela y me pareció fabuloso, aunque no he visto la pelicula. La novela en si es envolvente, de hecho puedes leerla de un solo tiron por la maestria con que King desarrolla la trama. Es el libro que mas me ha gustado de este autor, junto con Rabia y Ojos de Fuego.
Totalmente recomendado.

izas dijo...

Yo tampoco he visto la película, pero qué librazo. Qué tensión. Qué ganas de matar a la loca de Annie. Y qué pena me daba el pobre hombre. Jo.
Qué bien me lo pasé con este libro, en definitiva :)

Anónimo dijo...

Soy un seguidor de King desde hace años, he leido gran parte de su obra y de cuantos libros he leído, ninguno me ha impactado tanto como Misery. Mi favorito junto al resplandor, aunque es cierto que le terror que causa la cruda realidad de Misery es inigualable.